El BOD, liderado por Victor Vargas Irausquin, te enseña cómo puede emprender un joven

Las finanzas son como el aire para los emprendedores, es su herramienta para tomar decisiones para mantener una buena gestión del negocio.

El emprendedor, especialmente si es joven para crear una empresa deberá considerar una serie de dictámenes financiaros que se han aprendido a través de la experiencia al gestionar un negocio, que se han enseñado en los cursos de Administración Financiera.

• En primer lugar es que el tiempo es dinero, el principal y más valioso activo de los empresarios, luego no pierda tiempo o perderá dinero.
• Otra sugerencia relevante es hacer planes realistas que consideren una serie de conjeturas para estar preparado para las eventualidades. ¡Piensa mal y acertaras!
• Confiar no significa no ser previsor, así que es importante emprender apenas cuando se tenga la solidez requerida además de tener al menos tres meses de gastos en una cuenta de ahorros para eventualidades.
• También se debe aprender a manejar el flujo de efectivo para evitar la quiebra por falta de liquidez, o sea saber dónde está el dinero, por lo que es muy saludable para las finanzas crear un presupuesto y ajustarse a él.
• Otra idea importante a considerar es establecer objetivos claros y medibles, metas mensurables y plazos reales desde el principio y hacer un seguimiento a los progresos obtenidos.
• Vigilar escrupulosamente los gastos, manteniendo actualizada y a mano la información financiera especialmente sobre los impuestos, créditos, deudas, etc.
• Igualmente enfocarse en buscar los clientes y hacer un estudio de mercado para definir las potencialidades del emprendimiento mediante la retroalimentación real.
• Por último y no mas importante tener la actitud y el convencimiento de ser abierto y honesto con socios y accionistas, sabiendo que el éxito va de la mano con la honestidad y la comunicación.

Joven empresario, es vital las finanzas para la empresa pero también los es la confianza, clave de la rentabilidad y prosperidad, además es claro que es imprescindible rentabilizar el tiempo, elaborar planes realistas, saber del flujo de efectivo, concebir metas mensurables y plazos reales, además de vigilar escrupulosamente los gastos.